De un aburrido lunes de verano (lluvioso, en Sevilla)
Empecemos por las bases: El individuo resultado final es bidimensional: el mundo interior y el exterior, el yo y las circunstancias. El yo es todo ese amasijo de pensamientos que cada uno de nosotros tenemos en nuestra cabeza, eso con lo que cada uno habla cada vez que está solo, el resto del tiempo está en modo automático. Aquello que somos.
Las circunstancias es todo aquello que nos rodea e influencia en un momento determinado, época, personas, lugares, nuestras decisiones finales están influenciadas por todo ello, y la imagen final que proyectamos en nuestras relaciones es una mezcla de ambas dimensiones superpuestas.
Está claro por tanto que estas dos bases, originarias de dos mundos distintos conforman juntas lo
que es nuestra persona, pero hay algo más: el yo y las circunstancias se erosionan mutuamente.
Esto significa que una a la otra van lentamente alterándose el curso. Nuestro yo va a intentar moldear las circunstancias a su antojo, y nuestras circunstancias van a acabar accediendo a nuestro código psicológico interior para modificarlo. La mayoría de nuestras vivencias no pasan de ser analizadas por nuestro código psicológico, algunas nos harán cambiar cosas pero sólo del mundo exterior, y unas pocas accederán a esa madeja inconcreta.
Mundo interior o yo: raíces y evolución
Hay una serie de necesidades primarias instintivas que necesitamos cubrir (doy por buena la teoría ERG de Alderfer, De existencia -->Materiales y básicas. De relación -->interpersonales. De crecimiento -->Desarrollo, alcanzar metas) que son el objetivo de nuestras actuaciones. Podemos decir que, aproxidamente, todos tenemos estas mismas raíces, así que la diferencia está más en el cómo. Ya sabemos en base a qué actuar, ahora vamos a ver cómo
Teoría de Adrián de los métodos y procedimientos
Método de razonamiento: la forma en que una persona percibe psicológicamente las situaciones y las interpreta, su forma de pensar. Se puede decir que son más o menos sus ideologías
Procedimientos o tablas de actuación: en base a los métodos de razonamiento y la experiencia, una persona se va forjando unas tablas de actuación ante determinadas situaciones, con las cuales lograr el objetivo (satisfacer una de sus necesidades, ya sea ser justo, ligar, alcanzar una meta...)
Hay personas que tienen muy claras sus ideas y personas que no, las personas que tienen muy claras sus tablas son justas e inflexibles. No cometerán agravio comparativo, pero caerán frecuentemente en el error de confundir el sentido de justicia personal con el global. Tendrán menos conflictos morales y tendrán menos sensación de andar perdidos por la vida. Sin embargo, frecuentemente darán una imagen deshumanizada (como si se tratara de un bot) y arrastrarán errores toda su vida, errores
que llevan escritos en sus inmoldeables tablas (más presente habitualmente en personas mayores/que tienen que tomar decisiones o padres/persona que tiene la tarea de tutelar a otros)
Las personas que no tienen tablas andarán continuamente con conflictos morales y con sensación de que las cosas le superan y nada es lo que parece, navegando a la deriva.
Como siempre, la virtud supongo que está en el término medio.
El que piensa que lo sabe todo, no sabrá aprender más.
El que no usa nunca lo aprendido, de nada le servirá aprender más
Si este tocho os ha resultado interesante de algún modo, en un futuro publicaré una segunda parte:
Mundo exterior: Supervivencia
Saludos, fieles y no tan fieles lectores xD